En mi caso personal y compartiendo esta distinción con las periodistas Mariana Carbajal y Sandra Russo, ‘por su aporte de género al periodismo’.
Fueron premiadas también Chistiane Dosne Pasqualini y Eugenia Cualli de Trumper por ‘su aporte de género a la ciencia’, Mónica Santino y Mónica Regola , ‘…al deporte’, María Mirtha Presas, ‘…a pueblos originarios’, Marta Randoletto y Lena Faigenblat ‘…a la militancia social’, Susana Trimarco, Berta Arroyo y Natalia Buira, ‘…a los derechos humanos’, Milagro Sala, Fabiana Ríos y Lena Tchalidy ‘…a la construcción social y política’, Alejandra Ciriza ‘…a la investigación’, Alicia Mastandrea, Monique Altschul ‘…a las políticas públicas’, Diana Raznovich y Sonia Catela ‘…a la cultura y el arte’.
Quiero compartir con ustedes las palabras que dije en el acto de entrega, un abrazo, Liliana
Compañeras, agradezco a
Creo que este premio, nos estimula fundamentalmente para pensar en que todo lo que hemos realizado, como feministas, y desde el movimiento de mujeres, es una enorme obra colectiva, en la que deberíamos subrayar, precisamente su carácter plural y solidario. Quiero decir, que una de las características del feminismo es intentar pensar las batallas emancipatorias no en términos del individualismo y de la meritocracia propias del patriarcado y del capitalismo, sino en términos de la solidaridad, sororidad, de una caminata compartida, en la que los cuerpos de las mujeres, y los cuerpos disidentes que enfrentan al patriarcado, tienen la más de las veces expresiones anónimas, negadas, desconocidas, que son sin embargo, las que vienen construyendo una nueva historia.
Enfrentar al patriarcado, en este tiempo histórico, en este país, nos exige también enfrentar a todas las opresiones que se sostienen y reproducen: al capitalismo, al imperialismo, al racismo. Como feministas, nos sentimos parte de una munda que se rebela contra las políticas de mercado, que vuelven nuestros cuerpos, y también nuestros sentimientos, la tierra que habitamos, las aguas, en mercancías.
Desmercantilizar nuestras vidas, es parte de una opción radical de lucha por una munda donde quepan todos los mundos, una munda en la que la palabra verdadera tenga su lugar. Una munda que elija la paz para solucionar los conflictos, que sea efectivamente una paz con justicia.
Como feministas, y en mi caso, como feminista inconveniente, hoy tenemos nuestro corazón y nuestros cuerpos en Honduras, con las compañeras que están enfrentando cotidianamente la política de la dictadura. En Colombia, con las mujeres que desafían la política de guerra del imperialismo yanqui, instalando bases de paz en las fronteras, bases que desafían la violencia guerrerista, pero también la noción misma de frontera. Llevamos en nuestros cuerpos todas las heridas de nuestras hermanas haitianas, a quienes también homenajeamos hoy en los nombres de Miriam Merlet, Magalie Marcelin y Anne Marie Coriolán, tres dirigentes de organizaciones históricas del movimiento en Haití que sucumbieron bajo los escombros. Exigimos al gobierno argentino, y a los gobiernos de América Latina el retiro de las tropas de
Quiero también expresar mi solidaridad con las hermanas y el pueblo de Chile, con la convicción de que no es la militarización la respuesta a los desastres que se suceden en nuestro continente, sino que la militarización es el mayor desastre que se agrega a los ya existentes.
Hoy mis compañeras feministas están en las calles. (ese es también mi lugar) Quiero traer entonces a este recinto las demandas que hoy resuenan en nuestros actos:
BASTA de VIOLENCIA
Reglamentación de
BASTA de FEMICIDIOS
ABORTO LEGAL SEGURO y GRATUITO
ABOLICIÓN del SISTEMA PROSTITUYENTE
NO a
NO a
TRABAJO – Salud – Basta de Pobreza
Libertad a ROMINA TEJERINA – cárcel a los violadores
NO A
No somos objetos, somos personas. Mujer bonita es la que lucha.
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SON DDHH
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