comparto el recuerdo que desde la Juana Pimienta tiramos al aire de la radio pública, para abrazarla a Dora Coledesky, compañera entrañable, en su paso por la vida...
Quiero en este momento de la Juana recordar a una amiga, compañera de camino, alguien que nunca aflojó el paso, alguien que, puede ser que ‘haya elegido sentarse de tanto en tanto’, como decía Moira Soto en una nota que publicó el año pasado, ‘pero solo para recuperar la energía y seguir empujando esos pasos’ que fueron dejando huella…
A los 81 años, Dora Coledesky, fallecida en la madrugada del lunes 17 de agosto, seguirá caminando en cada una de las personas que la conocimos.
Ella ha dejado su marca en la historia de las luchas de liberación de todas las opresiones como una de las incansables que aportaron sus ideas, su corazón y su cuerpo todo, a la pelea por el derecho a decidir de las mujeres, pionera en nuestro país en la batalla por el derecho al aborto. De cuando ‘hablar de aborto era decir una mala palabra en Argentina, ella la decía fuerte y sin tapujos’, como la recuerdan las Católicas por el derecho a decidir.
Últimamente se la veía, pañuelo verde al cuello –simbolizando su compromiso con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, libre y seguro, el rodete blanco que le daba un aire de abuelita de cuento y esa manera graciosa y tierna de confundir los antejos de mirar de lejos y de cerca que llevaba colgados al cuello, que sin embargo no le impedía ver siempre un poquito más allá. Y más acá, también.
Militante por el socialismo y feminista de convicciones revolucionarias, la querida Dorita, era abogada y referente ineludible del movimiento de mujeres.
Quiero compartir con ustedes para que escuchen su voz, desde las orillas del aire en las que se encuentren, algunos fragmentos de las tantas notas que hemos realizado a lo largo de Juanas y Rosas con Dora, tiempos en que comenzaba la Campaña Nacional y era ministro de salud Ginés González García
Brindar la rosa en el tiempo y el espacio mágico del aire radial. Radializarla. Irradiarla. Regarla con la poesía, la música, los dolores y la esperanza que guarda la tierra. Rehacer la rosa pétalo a pétalo, Me quiere mucho, muchito y todo. Blindarla en el combate. Brindarla en el amor. Risarla con alegre rebeldía. La rosa brindada. Espacio de los intentos.
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