domingo, 16 de noviembre de 2008
sueño con un lugar entre tus pechos
¿Quién dijo que era simple?
Tiene tantas raíces el árbol de la rabia
que a veces las ramas se quiebran
antes de dar frutos.
Sentadas en Nedicks
las mujeres se reúnen antes de marchar
hablando de las problemáticas muchachas
que contratan para quedar libres.
Un empleado casi blanco posterga
a un hermano que espera para atenderlas primero
y las damas no advierten ni rechazan
los placeres más sutiles de su esclavitud.
Pero yo que estoy limitada por mi espejo
además de por mi cama
veo causas en el color
además de en el sexo
y me siento aquí preguntándome
cuál de mis yo sobrevivirá
a todas estas liberaciones.
Mujer
Sueño con un lugar entre tus pechos
para construir mi casa como un refugio
donde siembro
en tu cuerpo
una cosecha infinita
donde la roca más común
es piedra de la luna y ópalo ébano
que da leche a todos mis deseos
y tu noche cae sobre mí
como una lluvia que nutre.
Audre Lorde, poeta, ensayista y novelista, nació en Nueva York en 1934. "Woman" pertenece a su séptimo libro de poesía, The Black Unicorn, de 1978, del que Adrienne Rich dijo: "Audre Lorde se niega a circunscribirse a una única identidad simple. Escribe como mujer negra, como madre, como hija, como lesbiana, como feminista, como visionaria". A.L. murió en 1993.
Recientemente las cumpitas de Hipólita Ediciones -Gaby e Irene-, publicaron en Argentina un libro de Audre Lorde "Los diarios del cáncer", la traducción corrió por cuenta de Gabriela Aldestein
Las barreras del silencio
Por Sonia Tessa (publicado en Rosario/12)
Una sobreviviente, así se define Audre Lorde en su libro Los diarios del cáncer. "Hemos sido socializadas para respetar más el miedo que nuestras propias necesidades de lenguaje y definición y mientras esperamos en silencio por ese lujo final que es el no tener miedo, el peso del silencio nos ahogará", es una de las tantas frases iluminadoras de esta poeta negra, lesbiana y feminista.
Pero el libro es además un lujo para Rosario. Una apuesta fuerte de Hipólita Ediciones, el sello que empujan con todas sus fuerzas las también poetas, lesbianas, feministas Irene Ocampo y Gabriela De Cicco. Ellas viven en Rosario, bien cerca del río, y ponen todo lo que tienen para alumbrar esa aventura. En este caso, la primera traducción íntegra del texto valiente y luminoso de Audre Lorde corrió por cuenta de Gabriela Adelstein, compañera inseparable de los emprendimientos encarados con tracción a sangre.
En Los diarios del cáncer, Audre Lorde menciona en más de una oportunidad a las guerreras amazonas de Dahomey, de quienes se dice que se cortan el pecho derecho para ser mejores arqueras. Y la escritora, que debe someterse a una mastectomía, se sincera: "Aún si llorara durante cien años no podría expresar la pena que siento en este momento, la tristeza de la pérdida".
Audre se define como una guerrera, y también sabe que está sola frente al cáncer, pero no se resigna a esa soledad. Apenas vuelve a su casa, tras la operación, no espera ni siquiera un día para buscar a otras lesbianas y feministas como ella, que hubieran sufrido la misma operación. "Creo que las prótesis socialmente aprobadas son sólo otra forma de mantener a las mujeres con cáncer de mama en silencio, y separadas unas de otras. Por ejemplo, ¿qué ocurriría si un ejército de mujeres con un solo pecho descendiera sobre el Congreso y demandara la prohibición del uso de hormonas carcinogénicas que se almacenan en los tejidos grasos?"
Ese espíritu guerrero, el de las mujeres amazonas, es el mismo que alumbró la editorial feminista. Hipólita fue una reina Amazona, el nombre de la editorial reivindica a aquellas guerreras mitológicas que fueron tratadas como monstruos, como lo han sido durante siglos las lesbianas.
Las distancias históricas y geográficas existen. Audre Lorde nació en Nueva York, en 1934 y murió en 1992. Las Hipólitas son de Rosario, bien contemporáneas. Pero a las tres las une, no tan secretamente, aquello de romper los mandatos. Y el principal mandato, soportar calladas. El miedo y el silencio son los dos grandes temas del libro. Y estos textos no sólo acercan al cáncer, sino a cualquier dolor lacerante, a cualquier pérdida que parezca insoportable. A cualquier vivencia que nos enfrente con nosotras mismas, con la muerte, con los límites.
"No es la diferencia lo que nos inmoviliza, sino el silencio", escribe Audre Lorde. "En la causa del silencio, cada una de nosotras dibuja la cara de su propio miedo: miedo del desprecio, de la censura, a algún juicio, o reconocimiento, de desafío, de aniquilación. Pero sobre todo, creo, tememos la visibilidad misma sin la cual tampoco podemos vivir verdaderamente", dice en la página 14.
El libro es conmovedor, y te lleva de las narices como pidiendo más, más de esas palabras tan profundas, intensas y sobre todo, tan genuinas. Por momentos, se la puede imaginar a Audre Lorde llorando en la habitación de su hospital. La red de amigas que la sostiene tras la operación. El desprecio y el temor a la anestesia. La decisión de ser radicalmente honesta. "¿Cuáles son las palabras que todavía no tenés? ¿Qué necesitás decir? ¿Cuáles son las tiranías que te tragas día a día e intentás hacer tuyas, hasta que te enfermes y mueras de ellas, todavía en silencio?", pregunta la autora, en su proclama contra el silencio. "Podemos sentarnos en nuestros seguros rincones mudas como botellas y aún así no tendremos menos miedo", recuerda.
No fue por falta de miedo, sino por convicción de enfrentarlo, que Irene Ocampo y Gabriela De Cicco decidieron salir al ruedo con su militancia. Primero armaron la Red Informativa de Mujeres de la Argentina, un formidable espacio de encuentro e intercambio entre pares, que trasciende las fronteras. Y después, con afán permanente de hacer, de atravesar los límites, de romper las barreras del silencio, hicieron otras cosas. Desde hace un par de años, una buena parte de la energía creativa está volcada en Hipólita.
Los títulos que lograron sacar a la calle ?con enorme esfuerzo y espíritu cooperativo? fueron Notas Lesbianas, Reflexiones desde la disidencia sexual, de Valeria Flores y Educación Sexual y Prevención de la Violencia, Seminarios taller de capacitación, de Liliana Pauluzzi. Y también dos textos de poesía. Como mil flores, de Macky Corbalán y Autoficción, de Irene Ocampo.
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Brindar la rosa
en el tiempo y el espacio mágico del aire radial. Radializarla. Irradiarla.
Regarla con la poesía, la música, los dolores
y la esperanza que guarda la tierra.
Rehacer la rosa pétalo a pétalo,
Me quiere mucho, muchito y todo.
Blindarla en el combate. Brindarla en el amor.
Risarla con alegre rebeldía.
La rosa brindada. Espacio de los intentos.
1 comentario:
Mi columnista non parla pero se pica, hay chicos de 15, 20 30 años en el taller de teatro que aman a Julio, compañeros peronistas que lo puteaban hace 20 años hoy se suman como grupis de Julio, investigadoras como Nilda redondo (con la que discutíamos mucho en la facu), hoy lo analizan desde otra óptica (el mito del gorila ja), como “pantera agazapada” picoteo tu blog y miro la calle, pienso en el verano pasado y si julio es argentino y mayo francés, este gran provocador en mayo estaba en la france.
En Santa Rosa el verano pasado nos cambió a todos, pregunto ¿Porqué hace falta un facho como Tierno para que nos junte? Vasos & besos
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