sábado, 27 de junio de 2009

a 40 años de la revuelta de Stonewall: Diversidad y Disidencia




Aunque en la ciudad de Buenos Aires, desde hace algunos años, se celebra en noviembre la marcha del orgullo LGTTBI, la fecha que indica el calendario histórico internacional es el 28 de junio.


Esa tradición comenzó en Nueva York, cuando un grupo de gays, lesbianas y travestis se enfrentaron a la policía, hartoas de la persecución y las razzias en su mítico bar: Stonewall in. Era el 28 de junio de 1969. Años convulsionados aquellos, en un mundo en el que había lugar para las utopías revolucionarias. Y visibilizarse, o sea, existir ante toda la sociedad, para quienes por su identidad de género o sus prácticas sexuales eran condenadoas a vivir ocultas, fue revolucionario.


La revuelta de Stonewall duró tres días. La historia del orgullo, que empezó entonces, no terminó.


El hartazgo de no ser consideradas personas con iguales derechos, las agresiones de ser vistos como ‘degeneradoas’, ‘anormales, ‘pervertidoas’ que obligaron por años al silencio, la doble vida, la ‘discreción’. El basta ya a los encarcelamientos, a los crímenes de odio, dio origen al día del orgullo…


Hay una historia que no se enseña en los colegios:

El 28 de junio de 1969 fue uno de esos tantos días en que la policía entraba al Stonewall Inn para hacer gala de sus fobias contra las personas LGTTB. Esta vez, sin embargo, iba a ser diferente.


Los uniformados sacaron a todo el mundo afuera. En la calle había una camioneta donde entraría el cupo diario de concurrentes a la comisaría. Pero de repente las cosas cambiaron. La gente comenzó a forcejear con la policía y lograron liberar a quienes estaban en la camioneta policial y a la vez encerró a los policías en el bar. Ahora las ‘travas’, ‘los putos’ y ‘las tortas’ estaban afuera, gritando, y ‘la cana’ había terminado encerrada en el boliche.


Llegaron más patrulleros. La gente estaba enfurecida, rabiando la injusticia cotidiana y ese día no iban a permitir que ocurriera lo de siempre. Esta vez el poder policial no les dio miedo. En vez de huir, llamaron a otros y otras. Durante tres días las calles se llenaron de travestis, gays y lesbianas que luchaban contra la policía para defender su espacio.


Y así la cosa se convirtió en ‘una revuelta’ que la policía no podía controlar, aun cuando mandaban más y más efectivos. Se habían juntado miles de personas y ahora no era tan fácil obligar a toda esa gente a volver a esconderse. Por eso, el 28 de junio se convirtió en el día del orgullo, porque fue el día en que todas y todos se cansaron de la persecución policial, en este caso, el brazo armado del prejuicio social.



En diferentes ciudades de Argentina se realizan distintas actividades este día, pero en la Ciudad de Buenos Aires se pasó la fecha para noviembre. Uno de los motivos es el frío de junio, pero, de todas maneras, se celebra una fecha local: la fundación del primer grupo LGTTB en Buenos Aires, ‘Nuestro Mundo’, que fue creado en noviembre de 1967.


Si bien no hubo marchas del orgullo hasta los ’90, antes de la dictadura existía en la Argentina un movimiento muy importante. Nuestro Mundo y otros grupos de gays y lesbianas formaron el Frente de Liberación Homosexual en 1971. Se trataba de un frente que también intentaba dar una lucha contra la represión policial, y tenía además una mirada crítica sobre las relaciones sociales marcadas por las injusticias, adhiriendo muchoas de sus miembroas, a corrientes políticas que intentaban cambiar el mundo…


Para algunas personas sigue sonando conflictivo hablar de orgullo lesbico-gay-travesti...

se preguntan: ¿Qué, nos debemos sentir orgullosos de nuestra heterosexualidad? En realidad,
el orgullo es una respuesta política que denuncia la discriminación y el odio y desenmascara la
hipocresía. Es, fundamentalmente, una respuesta a la educación que sufren gays, lesbianas,
travestis y otros géneros desde el nacimiento. Protesta y festejo. Reclamos de derechos.
Deseos de vivir con dignidad.
 

Pensar el día del orgullo solo como una fiesta permite pasarla bien, incluso divirtiendo a los que se acercan solo como curiosos.

Vivirlo como celebración, pero con conciencia de estar poniendo en tela de juicio valores hipócritas de la sociedad y cuestionarla en todas sus opresiones y discriminaciones, es luchar no solo por los derechos de un colectivo determinado sino por la libertad del pueblo todo.


1 comentario:

Cicatriz Queloide dijo...

Me gusta la reflexión, y más la idea de pensar " el día del orgullo no solo como una fiesta" hace poco cuando fue la marcha de acá de Cordoba, quien era una dueña de un boliche gay, se enojaba y decía com odio que la marcha era muy política y totalmente en contra de la lucha por la ley de identidad de genero.
En verdad dudo que esta persona entienda el significado de orgullo.
Gracias. Cris

Brindar la rosa
en el tiempo y el espacio mágico del aire radial.
Radializarla. Irradiarla.
Regarla con la poesía, la música, los dolores
y la esperanza que guarda la tierra.
Rehacer la rosa pétalo a pétalo,
Me quiere mucho,
muchito y todo.
Blindarla en el combate. Brindarla en el amor.
Risarla con alegre rebeldía.
La rosa brindada. Espacio de los intentos.


La rosa brindada

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