8 DE MARZO: Día Internacional de las Mujeres
En 1908, 129 obreras de la fábrica Cotton de Nueva York, tomaron el establecimiento, demandando mejores salarios, disminución de la jornada de trabajo, rechazo al trabajo infantil, tiempo para la lactancia. El propietario, en un acto criminal, cerró las puertas con candado y prendió fuego a las instalaciones. Murieron las 129 obreras.
NI FLORES NI BOMBONES... DIA DE LUCHA POR NUESTROS DERECHOS
LAS MUJERES AVANZAMOS LUCHANDO
NI SUMISAS, NI DEVOTAS. LIBRES, LINDAS, LOCAS…
ORGULLOSAMENTE FEMINISTAS, NECESARIAMENTE INCONVENIENTES
Nos preparamos como feministas para una jornada de lucha en la que, nuevamente, pondremos en la calle los reclamos por nuestros derechos.
Aunque seguras estamos que también tendremos que soportar el falogocentrismo -que ya no hace más que repugnarnos- presente en las publicidades de organismos gubernamentales y/o de comercios que pretenden saludarnos por “nuestro día” agradeciendo todo el esfuerzo que hacemos las mujeres día a día, agradeciéndonos el amor que desplegamos en el hogar dulce hogar todos y cada uno de los días del año. Pretenden convertir el día en un mero adorno del calendario.
Y seguramente también tendremos que soportar felicitaciones de aquellos amigos, compañeros, novios, amigovios, amantes del campo progresista que no dudan en decirnos feliz día, pero que verían con especial desagrado que dijéramos lo mismo un 1 de mayo. Y seguro, ante nuestro despliegue político-pedagógico de argumentos, entre los que seguro sobrevendrá que no es posible festejar ninguna masacre (ni contra las mujeres, ni contra hombres, ni contra niñas, niños, ni contra ningún ser humano) rápido saldrán al cruce con la típica explicación y demanda de “bueno, no sean exageradas, es una forma de saludarlas”.
¿Quizás les resultan insoportables nuestros argumentos? Es posible, porque como sostiene Dolores Juliano “[a]bandonar el ámbito de las ideas recibidas requiere un esfuerzo, y además puede ser entendido como una provocación”. Y es que hoy por hoy, cuando se nos dice que las mujeres ya no estamos tan mal, que ya conseguimos nuestros derechos pareciera que no hay manera de combatir el sentido común androcéntrico instalado en la sociedad, si no es a costa de mucha provocación, desobediencia y un importante despliegue de sabiduría.
Insitimos e insisteremos todo lo que sea necesario, ningún festejo es posible en esta fecha, por ello vociferamos: ni flores, ni bombones... día de lucha por nuestros derechos.
Esta fecha, cara al movimiento de mujeres y al movimiento feminista –en particular- marca un hito en nuestras luchas. Necesitamos este día para seguir visibilizando la existencia de discriminación, explotación, opresión, violencias, abusos, maltratos, violaciones, secuestros y desapariciones, femicidios, insultos sexistas, la falta de decisión sobre nuestros cuerpos, la maternidad forzosa, las desigualdades laborales y salariales, las consecuencias de las guerras y la miseria, el ninguneo en el idioma... Es otro día de lucha como los que venimos protagonizando las mujeres en todo el país: en las calles, las rutas, el campo, las escuelas, la universidad, las fábricas, las oficinas, los hospitales, los barrios, los hogares...
De los múltiples derechos que reclamamos es necesario mencionar al menos dos que miden la posibilidad de vivir en una sociedad más democrática: el trabajo en condiciones y remuneración digna y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y maternidad. Es necesario continuar demandado la igualdad entre hombres y mujeres en lo laboral, político y legislativo, sin embargo es clave que las mujeres luchemos activamente en los ámbitos públicos y privados para cambiar las reglas de juego con las que se construyó y construye un orden social capitalista y patriarcal de sometimiento y discriminación, que se ve crudamente profundizado con las políticas neoliberales de ajuste, aplicadas por los gobiernos de turno.
El actual orden político y económico confina a millones de mujeres a la marginalidad y provoca una mayor exclusión, quedando sometidas a opresiones múltiples relacionadas con la clase, la etnia, orientación sexual, edad, etc. Esta situación sólo se puede explicar por la articulación de sistemas mundiales de opresión capitalista y patriarcal, que se nutren y se refuerzan mutuamente para mantener a la inmensa mayoría de las mujeres en inferioridad cultural, desvalorización social, marginación económica, invisibilización de su existencia y de su trabajo y la mercantilización de su cuerpo.
Nuestra lucha consiste en denunciar y desarmar estos sistemas que generan exclusión y dominación, que perpetúan el miedo, el odio a la diferencia y justifican la violencia; construyendo las bases de otra sociedad libre de pobreza y de violencia. Estos son los desafíos que nos movilizan cotidianamente a las feministas inconvenientes de La Revuelta en una lucha compartida con todos/as los/as explotados/as y oprimidos/as.
Nuestro cuerpo de mujer ha sido un espacio conquistado por las políticas de Estado, por las iglesias, las fuerzas represivas, la justicia, la medicina, la cultura y otras instituciones del poder. Convencidas de que “lo personal es político”, defender el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos es parte de la tarea de construir un proyecto de vida autónomo, cuyas condiciones debe garantizar el estado. En pleno siglo XXI las mujeres de latinoamérica –especialmente- y de otros países sufrimos las consecuencias de la ilegalidad del aborto, nuestros cuerpos son territorios del conservadurismo que impregna al estado que se presume laico y esto se paga con la vida de miles y miles de mujeres.
En este marco, seguimos reclamando a los gobiernos nacional y provincial, a la justicia, a la iglesia, a la legislatura, entre otras cosas, lo siguiente:
♀ Fuentes de trabajo digno para todas/os. Aumento general de salarios iguales a la canasta familiar indexados según los costos de vida.
♀ Igual salario por igual trabajo.
♀ Guarderías estatales y públicas para las madres trabajadoras, desocupadas y estudiantes.
♀ Secretarías de género en todos los organismos del Estado para la implementación de políticas públicas con perspectiva de género y monitoreo de las mismas.
♀ Monitoreo de las publicidades, en pos de una publicidad no-sexista.
♀ Esclarecimiento de todos los femicidios de la región y el país. Juicio y castigo a los asesinos.
♀ Anulación del fallo de los jueces Castro, Andrada y Dedominichi. Jury de enjuiciamiento. Cárcel al violador. Destitución de los fiscales y funcionarios que no garantizaron los derechos de la niña violada.
♀ Cumplimiento efectivo de las Leyes de Salud Sexual y Reproductiva.
♀ Despenalización y legalización del aborto para que las mujeres puedan hacerlo en condiciones de seguridad e higiene en forma gratuita en los hospitales públicos.
♀ Pleno ejercicio de la ciudadanía sexual. Iguales derechos para lesbianas, travestis, intersexos, transgéneros, transexuales, bisexuales, gays.
♀ Educación pública, laica, gratuita, no-sexista, no-androcéntrica, anti-homofóbica y anti-racista, en todos los niveles.
♀ Educación Sexual con perspectiva de género en las escuelas de todos los niveles.
♀ Separación de la Iglesias del Estado. Basta de subsidios a los curas y pastores para sus colegios, universidades y clínicas.
♀ Revisión de currículos de todos los niveles de enseñanza, así como leyes y reglamentaciones en general, que contemple la historia y la perspectiva de las mujeres.
♀ Justicia en la muerte de Silvia Roggetti y Teresa Rodríguez.
♀ Juicio y castigo a los autores materiales políticos e intelectuales del fusilamiento de Carlos Fuentealba.
♀ Atención digna y con soluciones rápidas para las víctimas de maltrato, violencia, violaciones y abusos. Basta de desmantelar los servicios de violencia familiar.
♀ Subsidios estatales y casas de refugio para mujeres víctimas de violencia de género.
♀ Atención a niños y niñas en la calle.
♀ Penalización del acoso sexual.
♀ Trato digno a las mujeres privadas de su libertad y a las que visitan familiares detenidos.
♀ Posibilidades educativas y culturales a mujeres privadas de su libertad.
♀ Atención psicológica y sanitaria a las presas y sus hijas/os.
♀ Legislación y amparo material a las Mujeres portadoras de HIV- S.I.D.A.
♀ Viviendas para mujeres jefas de hogar. Que los planes de viviendas contemplen la asignación a travestís.
♀ Plena vigencia de las leyes de cupo en todos los ámbitos e incorporación de pliegos de reclamos con perspectiva de género en los sindicatos.
♀ Cumplimiento de la cuota alimentaria.
♀ Juicio y castigo de los responsables de la dictadura militar y restitución de los niños/as nacidos/as en cautiverio y secuestrados/as.
♀ Reconocimiento del trabajo doméstico como aporte al Producto Bruto Interno.
♀ Distribución de las tareas entre todos los miembros y miembras del hogar.
♀ Cese de la represión a las personas en situación de prostitución. Penalización a proxenetas y traficantes.
♀ No a la trata de mujeres, niños y niñas. Aparición con vida de todas las desaparecidas para ser prostituidas. Desmantelamiento de las redes de Trata y prostitución.
♀ Por el derecho al placer, a la irreverencia, a la desobediencia, a la rebeldía y a las vidas dignas de ser vividas.
¡¡ESTAMOS HARTAS DE LA EXPLOTACIÓN DOMÉSTICA!!
Por PLUSVALÍA EMOCIONAL, entendemos junto a Victoria Sedón de León, 2001: “Pero lo peor es nuestra dependencia emocional de los hombres y de los hijos. Nos sentimos obligadas, sin saberlo, a sacrificar nuestras vidas a los demás, a otorgar todo nuestro amor a costa de no amarnos a nosotras mismas. Es lo que Anna Jónasdottir denomina como ‘plusvalía emocional’: Es altamente probable que el hombre se apropie de una cantidad desproporcionadamente grande de los cuidados y el amor de la mujer, tanto directamente como a través de los hijos. Es como una alineación de nosotras mismas en aras del amor, y tanto éste como el poder dar vida son los dos bienes disponibles que el hombre utiliza de forma individual y colectiva para seguir dominando a las mujeres; bienes que son totalmente insustituibles en el proceso productivo y por tanto determinantes en última instancia. Precisamente de ese amor y cuidado que dedicamos a los hombres es de donde ellos sacan la autoridad y la seguridad que necesitan para seguir ejerciendo el poder. Si el capital es la acumulación de trabajo alienado, la autoridad masculina es la acumulación de amor alienado, añade la autora antes citada. Y más: Pues bien, en la relación entre los sexos, la explotación consiste, no sólo en la apropiación del trabajo doméstico de las mujeres, sino también en la apropiación de su dedicación emocional. Este es nuestro tercer reto. No basta con que las mujeres tengamos una independencia económica y profesional en el ámbito de lo público; no basta con que los hombres compartan el trabajo doméstico; es necesario que nosotras tengamos una independencia en el terreno de la privacidad individual en la que no ejerzamos de madres ni de esposas ni de amantes, sino de mujeres emocionalmente evolucionadas dedicadas también a nuestras necesidades, proyectos y deseos personales. Nuestro exceso de responsabilidad respecto de los otros actúa desproporcionadamente en contra de nosotras mismas. Y esto se traduce en una somatización preocupante de síntomas sin nombre que no sabemos de dónde vienen ni qué significan. Por cada hombre que sufre afecciones psicosomáticas, existen noventa mujeres que las padecen. El cuerpo habla y se rebela porque el inconsciente se manifiesta principalmente en el cuerpo”.
8 de marzo de 2001- 8 de marzo de 2008:
Siete años de La Revuelta, la vigencia de nuestro documento fundacional
Jornada de presentación pública de La Revuelta.
Charla debate con Mabel Bellucci: “Pasado y presente del feminismo” (8 de marzo de 2001)
“La Revuelta”
Para comenzar con la presentación del grupo, quisiera leer un fragmento de un texto de Adrienne Rich, una poeta lesbiana norteamericana que hizo importantes aportes a los estudios feministas. Dice esta mujer:
La recuperación de nuestros cuerpos de mujeres posibilitará cambios esenciales en la sociedad humana... El cuerpo de la mujer ha sido máquina y territorio, desierto virgen para explotar y cadena de montaje que produce vida. Necesitamos imaginar un mundo en el cual cada mujer sea el genio que presida su propio cuerpo. En un mundo semejante, las mujeres crearán de verdad la nueva vida, dando a luz no sólo niños ( según nuestra elección), sino visiones y pensamientos imprescindibles para apoyar, consolar y transformar la existencia humana: en suma, una nueva relación con el universo. La sexualidad, la política, la inteligencia, el poder, el trabajo, la comunidad y la intimidad cobrarán significados nuevos, y el pensamiento mismo se transformará. Por aquí debemos empezar.”
Nuestro grupo se llama “La Revuelta”. Si tuviéramos que dar cuenta del significado de nuestro nombre, varias acepciones se disparan de este término: Alboroto, vocerío causado por una o varias personas, sobresalto, inquietud, motín, sedición, alzamiento contra la autoridad, segunda vuelta o repetición de la vuelta, revolución, punto en que una cosa empieza a cambiar su dirección, vuelta o mudanza.
Cada una de ellas, podría ser una metáfora de nuestras biografías como mujeres y del sentido que anima a nuestro pequeño grupo que transitamos como colectivo, cuyo motor lo constituye el deseo de saber. Atrincheradas en ciertas certezas desde las cuales miramos la realidad, denunciamos esta construcción patriarcal y capitalista del mundo, hegemónicamente masculina, en la que nuestros cuerpos de mujeres ha sido y es el territorio sobre el que se ha edificado, imponiéndonos sus saberes androcéntricos.
La arquitectura de la desigualdad de este juego, y la lógica del dominio que la moviliza, necesitan ser desarmadas. Un juego con reglas en cuya definición no hemos intervenido y en las cuales queremos incidir para cambiarlas, con lo cual, el juego mismo también cambiaría.
Somos mujeres, que desde este colectivo, nos convertimos en pasajeras que revisitamos los itinerarios de saberes feministas históricamente construidos. Y También pretendemos imprimir nuestras marcas locales en este movimiento político, cuyos aportes han producido efectos tanto en el ámbito de la ciencia como en la vida cotidiana de las mujeres.
Movilizadas por un proyecto emancipatorio, nos estacionamos de forma nómade, lo cual implica el movimiento necesario para situarse en distintos lugares desde donde mirar el devenir de los acontecimientos, en la certeza de que este orden burgués, masculino, heterosexual y blanco no es posible dejarlo como está, no sólo porque nos minoriza a las mujeres como grupo social, sino porque su existencia se cobra millones de vidas. De esta manera, ponemos un límite ético y político para con nosotras mismas y con nuestro cuerpo.
El lema “lo personal es político” de las feministas de los años ’70 aparece difuso en el horizonte de este nuevo milenio, pero es en la continuidad de este sistema social que nos somete a la inferioridad cultural, la desvalorización social, la invisibilización de nuestra existencia y de nuestro trabajo, la mercantilización de nuestros cuerpos y la violencia que se ejerce sobre ellos, que encuentra plena vigencia.
Interrogar el diseño de este modelo injusto es un gesto profundamente político, y es el fundamento de la convocatoria a esta charla-debate. Porque comenzar por rescatar la memoria escrita en nuestros cuerpos y las luchas de las mujeres, historia que reiteradamente ha sido borrada y silenciada en los ámbitos académicos e institucionales en general, recuperada esta vez, en la voz de una activa militante por los derechos de las mujeres como lo es Mabel, implica re-inventar el carácter revolucionario del movimiento feminista, establecer lazos entre nosotras a partir de la historia y re-descubrirnos en ella. Es un pequeño acto de construcción de poder con y entre mujeres, y con aquellos que en su opción política acompañan este planteo.
Tensionar nuestro campo de saberes constituidos con los cuales escribimos nuestra existencia en el mundo, con la incomodidad permanente de la pregunta que cuestiona la trama de relaciones en que esos saberes se desplazan y significan, es una tarea primordial que tenemos por delante. Los saberes construidos desde el feminismo abren horizontes,...la cuestión será establecer cómo la magnitud de esa apertura se inscribe en nuestra subjetividad, en nuestros cuerpos y en las relaciones de poder, para provocar rupturas, interrupciones, acciones colectivas, nuevas circulaciones y transformaciones.
En síntesis, “La Revuelta” es una forma de traducir en clave política nuestra opresión y nuestra lucha.
Colectiva Feminista La Revuelta en Feministas Inconvenientes.
Marzo de 2008
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