martes, 18 de marzo de 2008
DIPUTADAS POR UN DÍA
El martes 11 de marzo se llevó a cabo en la Legislatura proteña, una sesión simbólica en conmemoración del día Internacional de la Mujer. Se abrió de este modo un espacio para que un grupo de 42 mujeres de diversos sectores, de un espacio político más amplio del que conforma la legislatura actual, pudiéramos expresar nuestras palabras, con el derecho a intervenir algunos minutos para exponer demandas y desafíos.
La iniciativa no es nueva. Hubo un encuentro similar a fines de los ’90, en el viejo Consejo Deliberante, cuando todavía la ciudad no era autónoma, y ninguna mujer ocupaba un cargo representativo en el recinto; y otro hace diez años, cuando la primera Legislatura convocó a las mujeres para trazar el panorama con que se enfrentaría la Comisión de la Mujer al redactar las primeras leyes que tenían como marco una constitución que reconoce la equidad de género como obligación de las políticas públicas.
La reunión fue promovida por Diana Maffía, quien junto a Gabriela Alegre y la vicejefe Gabriela Michetti encabezaron la sesión que resultó una verdadera caja de resonancia de los derechos de las mujeres.
Quienes nos sentamos en las bancas esperamos pacientemente nuestro turno para hablar. También lo hicieron algunas de las 18 legisladoras.
Detrás de las bancas mujeres de distintas organizaciones, fundamentalmente feministas, hicieron el aguante, cantaron consignas, aplaudieron y escucharon en silencio, incluso, aquello con lo que seguramente no estaban de acuerdo.
La movida se inició con la intervención de las militantes más veteranas, quienes llevan varias décadas de lucha, Fany Edelmann, de 97 años, rindió homenaje a la revolucionaria socialista Clara Zetkin, quien dedicó su vida a la lucha por la emancipación de las mujeres y por la paz, y mocionó que se aprobara una declaración para “elevar nuestras voces por la vida de Ingrid Betancour y por el intercambio humanitario que ponga fin al padecimiento de centenares de prisioneros de ambas partes, y favorezca la búsqueda de una solución negociada a un conflicto armado que ya lleva más de 40 años, con la esperanza de que se abra una paz con justicia para el pueblo colombiano”...
(Declaración que se aprobó, “simbólicamente”, por unanimidad)
Luego fue la voz de Blanquita Iberlucía la que demandó que se modificaran las inhumanas condiciones de vida que sufren las mujeres presas en las cárceles argentinas.
Y a partir de allí, en diferentes voces fueron resonando temas tales como la necesidad de una legislación adecuada para combatir la trata de personas y para terminar con las redes de prostitución, la demanda de que se cumplan los tratados internacionales firmados por argentina sobre derechos sociales, económicos y culturales, la anulación de las modificaciones realizadas al Código Contravencional que penalizan a las mujeres y travestis en situación de prostitución y el uso del espacio público. La necesidad de que se reglamente el aborto no punible y el reclamo de que se avance en toda la legislación que garantice el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. También se pidió una Ley de educación que contemple la enseñanza de la perspectiva de género desde la primaria. Fueron muchas las voces que exigieron que no sea la represión la forma de respuesta a los reclamos sociales y de las mujeres, señalando “las personas que vivimos y transitamos en la ciudad de buenos aires somos ciudadanas y ciudadanos, somos sujetos y sujetas de derecho y no objetos de represión”
Ante el fuerte reclamo por la despenalización y legalización del aborto, la vicejefa de gobierno Gabriela Michetti se manifestó en contra, pero reconociendo que éste era uno de los temas importantes, comentando además, “aunque fuera políticamente incorrecto” que muchas veces se sentía más cómoda conversando con varones que respondían a su misma cultura que con mujeres tan confrontativas…
Al término de la sesión que duró ¡5 (cinco) horas!, algunas de las mujeres que estábamos desde el comienzo, más algunoas arrimad@s para la ocasión, participamos de un bello momento de creación poética. Leyeron Mirta Rosemberg, Irene Grus y María Medrano
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Brindar la rosa
en el tiempo y el espacio mágico del aire radial. Radializarla. Irradiarla.
Regarla con la poesía, la música, los dolores
y la esperanza que guarda la tierra.
Rehacer la rosa pétalo a pétalo,
Me quiere mucho, muchito y todo.
Blindarla en el combate. Brindarla en el amor.
Risarla con alegre rebeldía.
La rosa brindada. Espacio de los intentos.
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