sábado, 12 de abril de 2008

El asesinato de dos compañeras comunicadoras mexicanas


Es urgente una toma de conciencia acerca de la violencia que se sigue ejerciendo en México contra el pueblo que resiste y lucha. Mi abrazo a Felicitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, las jóvenes comunicadoras asesinadas por paramilitares en San Juan Copala,distrito de Juxtlahuaca en la región de la Mixteca Oaxaqueña, el pasado 7 de abril.
Según me cuentan, este clima de violencia institucional se ha ido incrementando en los lugares que, como en San Juan Copala, vienen impulsando procesos de resistencia y autonomía.
"La presencia de paramilitares, militares, policías y demás cuerpos represivos crea un clima de miedo entre estos pueblos que dignamente no se dejan pisotear por los malos gobiernos.
A pesar de que los medios de comunicación comerciales dicen que Oaxaca se encuentra enteramente en paz, el lunes 7 de abril el gobierno demostró cual es el tipo de paz en que se vive. Ese día asesinaron a éstas dos compañeras de la radio comunitaria "La voz que rompe el silencio"


Fragmento de un comunicado: La Red de Radios de Comunitarias Indigenas del Sureste Mexicano integrada por 16 radios comunitarias indígenas en Oaxaca y el sur de Veracruz, exigen a las autoridades federales y locales el esclarecimiento inmediato del asesinato de nuestras compañeras comunicadoras y locutoras de la radio Triqui "94.9 FM La Voz que rompe el Silencio" .
Este grave atentado a la libertad de expresion y a la libertad de comunicacion indígena contraviene los principios de libertad de expresion y acceso a los medios de comunicacion indígenas reconocidos en nuestra Constitución y contraviene diversos instrumentos internacionales de derechos humanos como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos y la recientemente publicada Declaración Universal de los derechos de los Pueblos Indígenas.
Los pueblos y comunidades indígenas de México tienen el inalienable derecho de estar informadas a través de sus propios medios, en sus propias lenguas, respetando sus tradiciones y su cultura. Los medios comunitarios y en especial los medios indígenas se han consolidado en los últimos años como la mejor vía para informar a los pueblos y para preservar su lengua y su cultura.
Un atentado contra un comunicador es un atentado contra la sociedad entera, un atentado contra un comunicador o comunicadora indigena es también un atentado contra la sociedad en general, pero constituye además una afrenta a un pueblo indígena, a un pueblo con historia, atenta contra su lengua contra sus tradiciones
y evidencia la intolerancia de ciertos grupos de poder contra la autodeterminación ejercida desde los propios grupos indígenas.
El derecho a la comunicación, a conocer y acceder a la información, es un derecho de todos y todas las mexicanas, nuestras compañeras Felicitas Martínez y Teresa Bautista, ejercían ese derecho en beneficio de sus pueblos y por ello fueron asesinadas, su muerte es una muestra más de la violencia extrema en contra de las
mujeres en nuestro país, una muestra de que las mujeres han sido y siguen siendo consideradas como un botín político y que sus derechos pueden ser pisoteados sin ningún castigo.
La responsabilidad del Estado Mexicano en relación a estos hechos debe de contemplar la realización de una investigación seria, exhaustiva e imparcial, y debe de contener medidas concretas para garantizar la seguridad de los colaboradores de la radio Triqui "94.9 FM La Voz que rompe el Silencio" quienes después del atentado han dejado de transmitir.

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Brindar la rosa
en el tiempo y el espacio mágico del aire radial.
Radializarla. Irradiarla.
Regarla con la poesía, la música, los dolores
y la esperanza que guarda la tierra.
Rehacer la rosa pétalo a pétalo,
Me quiere mucho,
muchito y todo.
Blindarla en el combate. Brindarla en el amor.
Risarla con alegre rebeldía.
La rosa brindada. Espacio de los intentos.


La rosa brindada

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